GRACIAS: MI SALA AMARILLA POR TAN RICO MATERIAL!!!
La Down Syndrome International propuso instituir este día para promover en la sociedad el conocimiento y la comprensión de las personas con síndrome de Down. Se trata de apoyarlos, respetarlos y reconocer su dignidad, sus derechos y su bienestar para que puedan tener una buena calidad de vida.
La fecha no es casual, y es que hoy es el 21-3, que nos recuerda la triplicación del cromosoma 21.
Su nombre se debe a John Langdom Haydon Down, quien fue el primero en describir esta condición en 1866, aunque desconocía sus causas. Luego, Jerôme Lejeune, en 1958, fue quien descubrió en la alteración del cromosoma 21 la causa de la discapacidad.
Pautas para la estimulación y educación de un niño con Síndrome de Down
Fuente: Down 21 España
1. Su aprendizaje se realiza a ritmo lento.
Debemos brindarle mayor número de experiencias y muy variadas, para que aprenda lo que le enseñamos.
2. Se fatiga rápidamente, su atención no se mantiene por un tiempo prolongado.
Inicialmente debemos trabajar con él durante periodos cortos y prolongarlos poco a poco.
3. Su interés por la actividad a veces está ausente o se sostiene por poco tiempo.
Debemos motivarlo con alegría y con objetos llamativos y variados para que se interese en la actividad.
4. Muchas veces no puede realizar la actividad solo.
Debemos ayudarle y guiarle a realizar la actividad, hasta que la pueda hacer solo.
Debemos despertar en él interés por los objetos y personas que le rodean, acercándonos y mostrándole las cosas agradables y llamativas.
6. Le cuesta trabajo recordar lo que ha hecho y conocido.
Debemos repetir muchas veces las tareas ya realizadas, para que recuerde cómo se hacen y para qué sirven.
7. No se organiza para aprender de los acontecimientos de la vida diaria.
Debemos ayudarle siempre a aprovechar todos los hechos que ocurren a su alrededor y su utilidad, relacionando los conceptos con lo aprendido en "clase".
8. Es lento en responder a las órdenes que le damos.
Debemos esperar con paciencia, ayudarle estimulándole al mismo tiempo a dar una respuesta cada vez más rápida.
9. No se le ocurre inventar o buscar situaciones nuevas.
Debemos conducirle a explorar situaciones nuevas, a tener iniciativas.
10. Tiene dificultad en solucionar problemas nuevos, aunque éstos sean parecidos a otros vividos anteriormente.
Debemos trabajar permanentemente dándole oportunidades de resolver situaciones de la vida diaria, no anticipándonos, ni respondiendo en su lugar.
11. Puede aprender mejor cuando ha obtenido éxito en las actividades anteriores.
Debemos conocer en qué orden se le debe enseñar, ofrecerle muchas oportunidades de éxito, secuenciar bien las dificultades.
12. Cuando conoce de inmediato los resultados positivos de su actividad, se interesa más en seguir colaborando.
Debemos decirle siempre lo mucho que se ha esforzado o que ha trabajado y animarle por el éxito que ha logrado. Así se obtiene mayor interés y tolera más tiempo de trabajo.
13. Cuando participa activamente en la tarea, la aprende mejor y la olvida menos.
Debemos planear actividades en las cuales él sea quien intervenga o actúe como persona principal.
14. Cuando se le pide que realice muchas tareas en corto tiempo, se confunde y rechaza la situación.
Debemos seleccionar las tareas y repartirlas en el tiempo, de forma tal que no le agobie ni le canse.
Oración de un niño con síndrome de Down
Señor, hoy he nacido. He partido de tu vida
para vivir con los míos hasta el día que tú decidas.
Señor, hoy he nacido, y en los brazos de mi madre
se confunden las angustias con dos llantos semejantes.
Señor, porque tú lo sabes, porque he nacido distinto?:
distintos son mis ojitos, mis manecitas más gordas
y mis labios y mi cara son diferentes,
Por eso llora mi madre? Por ello me miran todos?
como queriendo decir:
como queriendo decir:
“Con que pena que has nacido”.
Señor, tú que lo sabes, tú que guías a la mente,
diles con tu voz divina que yo también vivo y siento.
Que soy como aquellos arboles más débiles y pequeñitos,
que soy entre las montañas solamente aquel cerrito.
Diles que juego y que bailo, diles que lloro y que río,
diles que aprendo también y que correré con ellos.
Diles, Señor de los cielos, que yo también soy el hijo,
que adoro a mis hermanitos cuando se ríen conmigo.
Y al hombre que desde lejos mira mi andar tropecino,
dile también que me quiera porque yo también soy hijo.
Señor, tú que comprendes cuanta alegría yo siento
cuando feliz en mi casa con mis queridos juego,
tú que conoces por dentro cuanto sueño, cuanto pienso,
tú que has dado tu vida con idénticos desvelos con que han llegado otros niños,
diles a todos mis anhelos.
Diles que canto y que quiero, diles que juego y que río,
y diles siempre Dios mío que como ellos yo siento.