La competitividad únicamente fomenta la desigualdad, la injusticia y el individualismo; como consecuencia de que siempre es necesario perdedores para que haya ganadores. Por ello, aprovechando la semana temática del juego, te traemos una selección de geniales propuestas para pasarlo en grande, con las que además podrás trabajar interesantesvalores cooperativos y emocionales. ¡Toma nota!
- Nudo humano: Esta genial actividad provocará multitud de risas y buenos momentos. ¿Seréis capaces de desenredar un complicado nudo de manos sin soltar ninguna? ¡Es todo un reto!
- Me pongo en tu lugar: Una interesante propuesta para trabajar el desarrollo de la empatía y entender los puntos de vista de otras personas. Los más pequeños jugarán por un rato a ser otra persona; y tendrán que vestirse, hablar, moverse y pensar como ella.
- El juego del silbato: Aprender a escuchar generalmente no es tan sencillo como parece. Este juego pretende mejorar la capacidad de escucha y de concentración de los más pequeños. ¿Podrán descubrir qué persona ha pitado con el silbato?
- El ovillo: Todo un empujón de autoestima y una actividad genial para valorar las cualidades personales de uno mismo. En esta actividad, el grupo compartirá las cosas que más les gustan del resto de compañeros, ayudando a fortalecer los lazos entre sus componentes.
- Aprende a escuchar: Este recurso pone énfasis en la importancia de la atención, el respeto del turno de palabra… Para hacerlo se proponen diversas actividades, desde la audición de un cuento hasta una actividad en la que el turno de palabra está representado por un palo.
- Silla cooperativas: ¡El competitivo juego de las sillas musicales ya ha pasado de moda! Ahora las personas que se queden fuera en las primeras rondas no tendrán que esperar aburridas hasta que acabe el juego. ¿Quieres descubrir esta nueva forma de jugar mientras mejoras la cooperación entre los miembros del grupo?
- Mi árbol de cualidades: Fomentar el desarrollo de la autoestima y enseñar a los más pequeños a valorarse y a quererse a sí mismos en ocasiones no es tarea fácil. Esta actividad fomenta el autoconocimiento y que los más pequeños aprendan sus cualidades positivas y negativas, y que pueden trabajar en cambiarlas y mejorarlas.
- Cadena de transmisión: Reflexionar sobre la comunicación es una genial forma de darle valor y aprender a mejorarla. Esta actividad nos propone hacerlo mediante la palabra y la mímica, según la edad de tus estudiantes. ¿Te animas?
- El valor de la tolerancia: Un juego que nos plantea diferentes situaciones conflictivas y que propone que los estudiantes aprendan a argumentar diversas posiciones y a respetar todas ellas. ¡Porque aprender a debatir de forma respetuosa es importantísimo!
- Círculo de confianza: Con esta actividad se pondrá a prueba la confianza entre los miembros del grupo, y puede ser también una genial propuesta para fortalecerla. ¿Qué se siente al hacerte consciente de que dependes en tanta medida de los demás?