Aunque soy profesor de secundaria, tengo muy claro que todo empieza en infantil. No voy a entrar en detalles acerca de las características psicoevolutivas de la etapa de 0 a 6 años, de eso ya hay suficiente bibliografía… Voy a contar mi experiencia (como padre) con la educación infantil, y su gran poder de transformación.
¿Cómo podemos hacer nuestras clases de primaria y secundaria más
atractivas, más motivadoras? Basta con fijarse en una clase de infantil. Esto que cuento podría suceder, y de hecho sucede en muchas aulas de educación infantil, pero yo lo he visto en la clase de la señorita Pepita Pi (nombre ficticio). Allí el aprendizaje sucede de forma natural, no empieza y termina en la clase. Viene de fuera, sale afuera, circula, se difunde, se comparte. ¿De qué manera se consigue esto?
- Asamblea: Los niños traen sus vivencias, las comparten, y las conectan con otras historias que la señorita Pi va sacando poco a poco, a medida que son relevantes, cuando tienen todas las papeletas para convertirse en historias significativas. Estas nuevas historias vuelven a transformarse en vivencias, que podrán ser recirculadas de nuevo al aula.
- Programación: A diferencia de lo que estamos acostumbrados en secundaria, la programación tiene sentido y coherencia. En otoño se habla de la caída de las hojas, y se recogen hojas en el parque. En invierno se habla del frío, en primavera se recogen flores y en verano se habla del calor y de la playa. Cuando son las fiestas patronales, se aprenden canciones populares, costumbres y tradiciones. Todo lo que se aprende tiene conexión con lo que está sucediendo fuera del aula, y eso hace que resulte interesante y significativo. En secundaria podemos explicar la reproducción de las plantas en otoño, o hablar de la Revolución Francesa pero no mencionar lo que está sucediendo en nuestro mundo, en nuestro país o en nuestra ciudad hoy mismo. Estamos aislados, desconectados, y así es difícil que el aprendizaje suceda: DESCONTEXTUALIZADOS!!
- Curiosidad: Los niños aprenden porque quieren aprender, porque les interesa lo que les van a contar. Para que alguien tenga interés hay que despertar su curiosidad, crear situaciones de expectación, hacer del aprendizaje algo emocionante. De esto la señorita Pi sabe mucho.
- Flexibilidad: La programación es tan solo uno de los medios a nuestra disposición para ir aprendiendo. No pasa nada si hoy no hacemos la ficha que teníamos preparada, a veces surge espontáneamente algo mucho más interesante sobre lo que trabajar. A la señorita Pi no le importa si termina el curso y falta un cacho de cuadernillo por hacer. Eso es señal de que han aprovechado ese tiempo en aprender otras cosas. Ningún niño tendrá dificultades de lateralidad, grafomotricidad, lectoescritura o matemáticas por haber dejado sin colorear media docena de fichas. Sin duda algunos tendrán estas dificultades, pero no será por esto.
Si aportásemos un poquito de todo esto a nuestras clases, si volviéramos a ser como niños, si dejamos de cumplir las programaciones obsesivo-compulsivamente y dejamos que el conocimiento fluya de manera más natural… recuperaríamos ese gran poder de transformación