Muchos padres tienen un grave problema: sus hijos no aprenden después de recibir un castigo, repiten una y otra vez la misma acción que ha sido desaprobada por los padres.
¿Por qué pasa eso? ¿Por qué los niños no responden adecuadamente al castigo? A continuación te diremos cuáles son los 5 errores más comunes a la hora de implementar el castigo educativo y podréis darte cuenta si estáis haciendo mal.
Los 5 errores del castigo educativo
- En primer lugar están los castigos sin medida proporción. Muchos padres le dicen a sus hijos que no podrán hacer lo que les gusta durante una semana –por ejemplo- pero en realidad es que es mucho tiempo y que finalmente el castigo no se cumplirá a cabalidad.
Debéis recordar que un castigo educativo debe ser lógico, pero además debe ser proporcional a la mala acción o al hecho que cometió mal.
2. En segundo lugar está el dejar el castigo para después. Debéis tener muy claro que los castigos deben aplicarse de forma inmediata a la realización del hecho, de poco o nada servirá que dejéis pasar un tiempo para ponerlo en marcha.
- También tenemos los castigos que no llegan a cumplirse por completo con la excusa de que se ha portado bien. Levantar el castigo le transmitirá al niño información errónea acerca de la finalidad del castigo, es decir, pensara que si hace algo mal lo castigaran, pero si se porta un poco bien durante el castigo este va a ser levantado, entonces en realidad, no habrá consecuencias mayores para lo que hizo.
- Muchas veces los padres tienen un estado de tensión o estrés a causa de cosas externas como el trabajo o las cuentas por pagar y en determinado momento el niño comete un error –por mínimo que sea- y el padre lo grita y lo castiga. Si castigáis al pequeño a causa de un enfado tuyo no estaréis enseñándole nada bueno, solo que lo castigáis a causa de tu estrés, y el comenzara a replicar ese comportamiento, cuando este enojado se desquitara con sus compañeros de clase o sus juguetes.
- Finalmente está el famoso “te dejo sin…” debéis ser consiente que hoy en día los niños tienen una gran actividades y objetos a los que recurrir, entonces si le quitáis algo, simplemente buscara otra actividad que hacer u otro muñeco con que jugar. Entonces, para que un castigo de este tipo sea verdaderamente efectivo, se debe suspender o privar al pequeño de algo que verdaderamente no pueda reemplazar, de esa forma pensara dos veces antes de hacer algo mal.
La verdad del castigo educativo
Es lógico que los pequeños reciban castigos para ayudarlos a corregir su comportamiento, sin embargo, como padre debéis tener muy claro el mensaje que le estéis enviando al niño, se debe ser muy cuidadoso a la hora de colocar un castigo, la medida en que se da y la forma en que lo hacéis.
Es decir, debéis dejadle claro al niño que los castigos son para ayudarlo, no se colocan porque simplemente estéis enfadados o porque sí.