7 formas simples de cultivar la felicidad en las
escuelas
Tal como
dijo Oscar Wilde, “el mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos
felices”. Por eso, hoy traducimos y compartimos este artículo publicado por
Elena Aguilar en Edutopia, que presenta 7 formas
simples para que las escuelas sean ámbitos más felices.
1.
Desacelera
Cuando
desaceleramos, podemos ver y apreciar mejor todo, y hacer un balance entre
nuestras relaciones, el aprendizaje y las metas. Tanto los estudiantes, como
los docentes y administradores, pueden beneficiarse al desacelerar, ya que
existe una correlación directa entre el nivel de satisfacción y el ritmo en que
vivimos nuestras vidas. Podemos desacelerar en el aula tomándonos más tiempo de
lo común en el primer encuentro por la mañana, hacer una pausa durante una
lectura en voz alta, o tomarnos 10 minutos extra para jugar a algo luego del
recreo.
2. Sal del aula
Estar al
aire libre, incluso si es solo por unos pocos minutos al día, puede mejorar
nuestro bienestar. Podemos respirar aire fresco, sentir el calor del sol, el
viento o incluso la humedad de la lluvia, lo que nos conectará con la
naturaleza. Haga frío o calor, siempre podemos salir por unos 5 o 10 minutos y
hacer una breve caminata, o una lectura en silencio, y esto puede aumentar
nuestro nivel de felicidad. Y, si el clima acompaña, podemos animarnos y tener
una clase completa al aire libre.
3. Mueve tu cuerpo
Es algo
que ya sabemos, pero es bueno recordar: mover nuestros cuerpos aumenta nuestra
felicidad. Si no tienes la posibilidad de sacar a tus estudiantes del aula,
siempre puedes establecer recreos para que se estiren, jugar a algo que les
haga aumentar el ritmo cardíaco y gastar energía, o poner música y bailar.
4. Haz sonar buena música
La música
rápida y en notas altas puede hacernos sentir felices y tiene un impacto
positivo en nuestros cuerpos. Puede estimular nuestro sistema inmunitario,
bajar la presión sanguínea y controlar nuestra ansiedad. Poner música mientras
tus estudiantes están entrando a clase creará un ambiente positivo.
5. Canta
Cantar nos
obliga a respirar profundo, lo que nos hará más felices. Además, cantar
canciones que nos gustan libera endorfinas. Si enseñas en una escuela primaria,
te resultará más fácil hacer que los niños canten a diario. Puedes enseñarles
una canción simple para comenzar el día y también puedes hacer que canten entre
una actividad y otra. Encuentra canciones que estén relacionadas con aquello
que estás enseñando. Los ayudará a recordar mejor el tema y también a sentirse
más felices.
6. Sonríe
Aunque no
seas de sonreír mucho, intenta hacerlo más seguido. Trata de que sean sonrisas
naturales y auténticas, pero si no lo logras, por lo menos fíngelas, ya que
incluso una sonrisa fingida puede hacerte sentir mejor. Además de eso, afectará
a quienes te están mirando. Así que anímate y haz la prueba de sonreír más
seguido a la gente con la que interactúas a diario.
7. Incorpora momentos de tranquilidad
Hay muchas
evidencias que demuestran cómo la meditación genera cambios en la química de
nuestros cerebros, produciendo sentimientos de calma y bienestar. Por lo que no
es una mala idea incorporar momentos de meditación durante la clase.